SAN PEDRO DE MACORÍS. Más de un mes ha transcurrido desde que el alcalde de San Pedro de Macorís, Raymundo Ortiz, anunció públicamente el reinicio de los trabajos de remozamiento en el Refugio de Vida Silvestre Laguna de Mallen.
Trabajos estos que llevan unos nueve meses paralizados a pesar del desembolso de 34 millones de pesos por parte del Ministerio de la Presidencia, sin embargo, hasta la fecha no se ha evidenciado ningún tipo de intervención por parte del cabildo, lo que ha comenzado a generar inquietud entre los ciudadanos y visitantes de este importante espacio natural.
A la falta de acción se suma una creciente preocupación por actos de vandalismo en las instalaciones.
Personas desaprensivas han estado sustrayendo materiales de construcción y artículos sanitarios del área aún no inaugurada, específicamente en la entrada que conecta con el barrio Pedro Justo Carrión.
Según denuncias de moradores, se han robado tres inodoros, tres lavamanos, dos puertas y una ventana, dejando inutilizada la caseta ubicada en ese acceso.
Esta situación ha encendido las alarmas en la comunidad, que teme que el espacio quede deteriorado antes incluso de ser rehabilitado.
A pesar de las condiciones, la Laguna Mallen continúa siendo un punto de encuentro para la educación ambiental.
Decenas de estudiantes de centros educativos visitan regularmente el refugio, aprovechando su riqueza ecológica para realizar tareas escolares y conocer la flora y fauna de la zona.
“Ha sido una experiencia espectacular. Los estudiantes están felices y han tenido un contacto directo con la naturaleza.
Este tipo de actividades les deja un aprendizaje significativo”. Así se expresó la maestra Wanda Lizardo, directora del centro educativo El Buen Pastor, quien realizaba un recorrido por el lugar en compañía de sus estudiantes.
Fuente El Tiempo
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