Por: Lic. Julio César Concepción Rodríguez, MBA.,
Mail:jcconcepcion@yahoo.com
Definitivamente la sociedad dominicana está altamente
convulsionada por tanto torpedeo de diatribas al estilo Relámpago Hernández,
personaje de la lucha libre, que se auto bautizó el genio del mal, todo parece
como si en la sociedad se están reeditando los comic, las cantinfladas
recordemos que este ilustre comediante se caracterizaba por hablar mucho y no
decir nada. Pues eso esta pasando, que personeros inescrupulosos, que han
decidido ofender hasta lo más profundos cimientos la inteligencia del pueblo
dominicano.
Logrando en cierto modo hacer crecer la duda en gran parte
de la población hacia donde se dirige en verdad el destino político, económico,
social y la sostenibilidad de la Rep. Dominicana, como una sociedad pujante, que
conforme los análisis de los grandes organismos internacionales responsables de
medir el crecimiento de los países, sitúan al país entre uno de los de mejor manejo de su economía en
todo Latino América, al extremos que las proyecciones para el próximo año el
crecimiento local estará por encima del crecimiento promedio de la región.
Porque no enfocarnos entonces en los
aspectos positivos y destacar que en los últimos 30 meses la sociedad
dominicana ha experimentado cambios faraónicos en el aspecto de políticas
sociales, inversión y de desarrollo de las áreas más vulnerables, con arraigos
de fomentar la sostenibilidad de los programas de desarrollo puestos en marcha,
con un seguimiento continuo por parte de los organismos rectores de su monitoreo.
Una
sistemática campaña mediática destacando la falsedad de acciones racista,
xenofóbica y de odio de los dominicanos contra los haitianos, cosa esta completamente
irracional, pues las estadísticas demuestran todo lo contrario en renglones
como, la cantidad de partos que se les realiza a las mujeres embarazadas de
Haití, que se cruzan ilegalmente a dar a luz gratuitamente a nuestro país, son
los mayores beneficiarios del programa de prevención del VIH. Sida, entre
otros, beneficios a costo del estado dominicano, estas muestras dicen todo lo
contrario. Ni la comunidad internacional que se comprometió ante el mundo ayudar
Haití ante la hecatombe del terremoto, han cargado con mayor aporte a la causa
que la República Dominicana.
En tal sentido nuestra nación debe ser
sabia enfocando nuestra energía en el umbral del horizonte forjador del futuro
inmediato y con visión futurista cimentado en el fomento de la creación de
grupos de emprendedores con vocación para la producción nacional con miras a
fomentar la exportación, estos son decisiones sin dudas que una vez desarrolladas
en su justa dimensión garantizan sostenibilidad y/o continuidad de desarrollo.
Las estadísticas que por lo regular son
fuentes e insumos para las reflexiones de proyecciones económicas, y nos sirven
para medir la calidad de vida de los pueblos, así como valuar el balance social,
sitúan a la Rep. Dom., entre las economías mejores manejadas y de mayores
perspectivas de crecimiento en toda Latino América. Inclusive así lo establecen
las estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En los
momentos actuales el país está en un buen momento con la entrada en vigencia de
varios acuerdos comerciales y la firma de nuevos vínculos comerciales, que
garantizan el crecimiento económico y la gran oportunidad de expandir el
mercado nacional hacia el exterior, en tal sentido somos de opinión centrar
nuestros mayores esfuerzos en el desarrollo de las potencialidades del país muy especialmente las condiciones
naturales para la producción agrícola.
Es precisamente nuestra concepción de la situación actual,
que frente a la irreverencia de las autoridades haitianas para cooperar
efectivamente, con relación a la situación migratoria de sus migrantes, han
sido muy pero muy negligentes, ni si quiera han sido capaces de otorgarles la
documentación base que estos necesitan para así facilitarles el proceso de
regularización a las autoridades dominicanas. A todos estos inconvenientes
creados por la indiferencia de las autoridades haitianas, los seudocríticos del
proceso han ignorado este detalle.
No cabe duda de que en la situación actual se ha querido
confundir el pensamiento de la población sirviéndole informaciones falaces, si
se quiere vulnerando los derechos constitucionales de nuestra soberanía,
cuidémonos de los seudo, que andan por ahí actuando olímpicamente con miradas
miope sin pensar en consecuencias
futuras, esta es nuestra concepción.
El autor es: C.P.A., MBA