Por: Lic. Julio César Concepción Rodríguez, MBA.,
Mail:jcconcepcion@yahoo.com
El instrumento de la
gobernabilidad debe ser un compromiso que todos asumamos. Gobernabilidad simboliza
estabilidad institucional y política, y efectividad en la toma de decisiones y
la administración, esta se relaciona con la continuidad de las reglas y las
instituciones, y en el paso, consistencia e intensidad de las decisiones.
Es la línea más corta
entre la demanda de la sociedad y el resultado del gobierno en términos
generales, es la capacidad para la continua adaptación entre las reglas y el
acto, entre la regulación y sus resultados, entre la oferta y la demanda de
políticas públicas y servicios.
La Gobernabilidad dependerá
mucho de la Gobernanza, por ejemplo en el nivel de madurez en una sociedad
organizada y su capacidad para asumir responsabilidades compartidas en la
implementación de decisiones y en el arte de gobernar correctamente. El código
de ética del servidor público habrá que revisarlo adaptarlo a los momentos
actuales y ponerlo en vigencia con carácter de cumplimiento obligatorio y a su
falta aplicación de sanciones inmediatas. Es correcto pensar que sin la
conjugación del instrumento de la gobernabilidad en las acciones por la
transparencia podría significar una piedra en el camino.
La transparencia es una
necesidad constante de la sociedad por conocer las reglas, normas y
procedimientos de los funcionarios públicos en sus diferentes compromisos. El ejercicio de la transparencia es cónsono con dar a conocer la
información de carácter público que obra cada dependencia gubernamental,
garantizar el derecho de acceso a la información, y salvaguardar la
protección de los datos personales de los solicitantes y sujetos obligados. Por
ello, la transparencia en el Senado de la República contribuye con la vigencia
del Estado de Derecho y favorece la rendición de cuentas a la sociedad.
Es importante porque es como las instituciones y los funcionarios son
hechos responsables del uso y manejo de los bienes y dinero del pueblo, en Rep.
Dom., este tema de la transparencia y rendición de cuentas es como una contraseña
política en estado incipiente, pues a
nuestro juicio el esfuerzo que hace el gobierno para la establecimiento de la
transparencia como una cultura obligada en los quehaceres de la administración
pública, no ha recibo todo el apoyo, que suponemos debió haber recibido a estas
alturas del proceso y el esfuerzo desplegado.
Hasta la participación de los medios no son transparentes salvo las
excepciones que todos conocemos están enajenados al mejor postor a cambio de
publicidad y otras prebendas, se ha notado están en cada página, eso también es
corrupción y nadie los hace responsable de el abuso se mal informar a la
ciudadanía, el llamado 4to. Poder, tiene grandes cuestionamientos titiriteros y
de marionetas, que repitan y dicen lo que los poderes mediáticos quieren que se
escuche. Si no convergemos en la unión de los esfuerzos la trasparencia y rendición
de cuentas muy bien pudieran convertirse tan
sólo en palabras huecas.
Falta
de transparencia
La falta de
transparencia puede generar trabajadores contrariados que cuestionen las
acciones de la sociedad. Cuando a los empleados no se les avisa por qué ocurre
algo, se deja que formen sus propias apreciaciones, lo que da lugar a rumores
que afectan las relaciones públicas y laborales dentro de la corporación.
Efectivamente,
la falta de transparencia destruye la confianza en el lugar de trabajo, cuando
una compañía deja a sabiendas a los empleados en segundo plano, le demuestra a
los mismos que no se les puede confiar la información. Un lugar de trabajo que
no es transparente suele generar una disminución de la productividad y una alta
tasa de modificaciones en el personal. Según estadísticas de encuestas sobre ética en lugares de trabajo, un
alto porcentaje
de los ejecutivos encuestados consideraba que
la falta de transparencia en las comunicaciones de los miembros líderes
generará una tasa de transformaciones de personal más alta a medida que mejore
la economía.
En unas
afrontará nuevamente la tarea de renovar la organización y adecuarla un poco
más si cabe a la realidad de nuestra comunidad. Con esta vocación de hacer de
las organizaciones capaz de cumplir con los retos de la ciudadanía.
Por ello, el
primero de los objetivos es cumplir con los retos de los y las integrantes,
avanzar en los compromisos que se han adquiridos y conseguir que crezcan en
aspectos tales como: conseguir una mayor participación, una mejora en la
democracia interna, y una vinculación real con la necesidad de la sociedad.
Para ello,
este proyecto se basa fundamentalmente en dos valores por encima del resto,
trabajo y transparencia. El compromiso de un esfuerzo aún mayor para conseguir
los objetivos de la organización, trabajar por conseguir que todos los y las integrantes
puedan aportar su grano de arena. El compromiso de una absoluta transparencia
para que cada representado, se sienta como el vehículo que transmita la
información a quien desempeña el principal papel en la organización. Para
conseguir que todos los y las participantes caminen en una misma dirección, que
los lleve a cumplir los objetivos.
El Compromiso
Este está basado en la rendición de
cuentas sobre el manejo de los recursos (fondos) públicos que reciben todos los
organismos, tanto públicos como privados sin excepción, y los protagonistas de
fomentar la chispa por los reclamos de la transparencia, llámese partidos en la
oposición son los primarios en violar los reglamentos jurídicos relativos al
caso de la claridad de sus actividades económicas, jamás han podido cumplir con
la justificación del uso de los dineros que reciben de la JCE., que es dinero
del pueblo y exige explicación.
Pero no tan sólo las organizaciones
políticas, sino que bajo este marco reglamentario están además todas las instituciones del sector
privado, que también reciben recursos del estado dominicano, verbigracia las
fundaciones, ONG., etc. Un objetivo importante es asumir compromiso y
albergamos las esperanzas que la Ley de partidos políticos, que cursa la fase
de estudio y evaluación para su aprobación, sea bastante explicita y
contemplativa de las sanciones correspondientes a las organizaciones que
incumplan con el sagrado mandato de la rendición de cuentas, sobre los dineros
que reciban procedentes de la JCE., para el financiamiento de sus actividades
políticas.
