miércoles, 18 de febrero de 2009

UN DIA EN LA VIDA DEL PRESIDENTE


Por Roberto Valenzuela el caribeDuerme poco,


lee mucho y permanece mucho tiempo navegando en la Internet


El presidente Leonel Fernández, de 55 años, es un hombre tímido, reservado, prudente y solitario, con una agenda de vida bien organizada, parecido al extinto sabio caudillo reformista Joaquín Balaguer.Duerme poco, lee mucho y permanece mucho tiempo navegando en la Internet, su principal fuente de documentación o instrumento de trabajo.Frecuentemente llega tarde a los lugares, porque no corta conversación, sin importar que su interlocutor sea el hombre más humilde o la personalidad más rica o influyente del país.Es un hombre bien informado, cortés y madrugador.


Se acuesta tarde y se levanta temprano.Es su costumbre que a las 5:00 de la mañana esté en pie de guerra frente al computador leyendo los diarios digitales dominicanos, europeos, latinoamericanos y norteamericanos. Nunca deja de leer el periódico El País, de España.Se ejercita con frecuencia, juega billar y baloncesto con familiares, amigos y colaboradores más cercanos.En un salón contiguo a la habitación de su casa tiene una mesa de billar.En la sede de la Fundación Global, Democracia y Desarrollo (Funglode) tiene un gimnasio y una cancha de baloncesto, donde suele jugar con el secretario de Deportes, el ex jugador profesional Felipe (Jay) Payano, y otros contrincantes.


Desde que llega al Palacio, Fernández sube a su oficina de la tercera planta para revisar la agenda de trabajo del día con su asistente especial Danilo Pérez y su secretaria Carolina de León.Después de las 5:00 de la tarde baja al despacho presidencial del segundo nivel para la agenda de trabajo y para reunirse con el secretario Administrativo de la Presidencia, Luis Manuel Bonetti, u otro funcionario.En cuanto a no cortar una conversación con funcionarios u otra persona, Leonel Fernández es diferente a Balaguer, quien conversaba 15 minutos con los funcionarios, máximo 20.La gente se daba cuenta cuando Balaguer ponía fin al diálogo porque le decía: “Que la Virgen me lo acompañe”.Por cuestiones de cortesía, Fernández entiende que quien debe cortar la conversación es la otra persona, además de que él la disfruta.Tres horas inviolables11:00 A.M.Es costumbre del presidente Fernández visitar todos los domingos la casa de su madre para estar en familia. Es muy dado a escuchar los consejos de los tíos, tías y otros familiares. También los domingos le gusta visitar el Barrio Chino, en la Avenida Duarte, con una seguridad discreta.3:00 P.M.Acostumbra almorzar entre las 3:00 y 4:00 de la tarde en el comedor de la tercera planta del Palacio Nacional, siempre acompañado de alguien: un amigo, funcionario, empresario, político.


Nunca toma siesta, a pesar de que tiene a su disposición la alcoba presidencial, ubicada en el tercer nivel.8:00 P.M.Después del Palacio, el lugar donde el Presidente pasa más tiempo es en la sede de la Fundación Global, Democracia y Desarrollo, a donde llega entre las 7:30 y 8:00 de la mañana, antes ir a la casa de Gobierno. Regresa en horas de la noche cuando agota su agenda en el Palacio y también la visita el fin de semana.Un día normal09:40 El Presidente llega al Palacio Nacional para agotar su agenda de trabajo entre las 9:40 y 10:00 de la mañana. 10:15 Sube a su oficina de la tercera planta del Palacio para revisar su agenda del día con su asistente Danilo Pérez.12:00 Casi todas las actividades que se realizan en el Palacio Nacional y fuera se inician después del mediodía. 11:30 Entre las 11: 30 y 12:00 de la noche se retira del Palacio para la Fundación Global. A veces regresa a dormir al Palacio.07:00 Sin fallar, los martes a las 7:00 de la noche se reúne con el canciller Carlos Morales Troncoso para tratar la agenda internacional.
10:30 Acostumbra a organizar la agenda de trabajo de la semana. Los lunes: visita de personalidades, viajes al extranjero o el interior.

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