SAN PEDRO DE MACORÍS. Familiares de difuntos que están sepultados en el cementerio El Tamarindo, ubicado entre los sectores Placer Bonito y Barrio Blanco, denunciaron que desaprensivos se están dando a la tarea de profanar los panteones, desprendiendo así los hierros que sirven de protección en distintas tumbas en ese campo santo. Sostuvieron que la situación se ha convertido en algo rutinario sin que las autoridades encargadas de velar por la seguridad del lugar detengan esa práctica.
FAMILIARES DE DIFUNTOS
«Mire, nosotros tenemos una capilla bastante amplia que tiene 7 nichos donde nuestros familiares están depositados y en cuatro ocasiones han sustraído las verjas de hierro que hemos colocado en la puerta. Pero hace unos días, una persona me mostró una fotografía donde se veían personas conviviendo ahí, utilizando hasta sustancias prohibidas dentro de la capilla que tenemos en ese cementerio», sostuvo Nolis Espinosa, quien es uno de los afectados por la inseguridad de ese cementerio.
Manifestó, además, que no se concibe que un lugar como ese, donde reposan los restos de los seres queridos de las familias petromacorisanas, esté en esas condiciones y las autoridades no tomen ningún tipo de acción para corregir esa anomalía, donde penetran con tanta facilidad todo tipo de personas como consumidores de sustancias prohibidas y que se lleven todo tipo de objetos que colocan en las tumbas.
En tanto que Dionicio López, otro de los afectados por la situación, sostuvo que los delincuentes que penetran a ese campo santo, destruyen las tumbas para sacarles las varillas y venderlas por hierro viejo, y que en algunas ocasiones se han robado hasta los ataúdes de ese lugar. Dijo también que otro problema es el abandono que presenta el lugar, ya que no cuenta con el personal suficiente para las jornadas de limpieza que se deben hacer periódicamente.
«Mire cómo está la maleza, hay tumbas que están cubiertas completamente, y eso no puede ser posible, y eso no es de ahora, ese cementerio ha sido abandonado por todas las autoridades municipales, como si no fuera gente que hay ahí enterrada. Todo el que está ahí tiene familia que viene de vez en cuando a limpiar las tumbas, pero cuando uno ve las condiciones de ese cementerio da ganas hasta de llorar», sostuvo López.
Añadió que tiene pruebas de que los desaprensivos están usando algunas tumbas hasta para dormir ahí dentro, así como para cocinar, ya que ha encontrado botellas de aceite y algunos utensilios para cocer los alimentos. En ese campo santo, como en otros que existen en la ciudad, a la hora de sepultar a una persona los familiares se ven en la necesidad de romper el ataúd ya que si lo dejan intacto se corre el riesgo de que en horas de la noche penetren los delincuentes y destapen el panteón y sustraigan el féretro, dejando así el cuerpo del difunto sin protección. Los denunciantes hicieron un llamado al alcalde de la ciudad, Raymundo Ortiz, para que preste atención a esa situación que se está produciendo en esos lugares de reposo de los difuntos y cambie de una vez y por todas la mala imagen que tiene el cementerio El Tamarindo.
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