jueves, 3 de septiembre de 2015

AQUI, NI GUATEMALA NI GUATEPEOR



Por:Ramon Perdomo
Se hace necesario apuntar en estos momentos, que lo que está sucediendo en el plano político en el hermano país de Guatemala, no es una moda, no es una reacción cibernética, ni una obra del espíritu santo, ni nada que se parezca.

Es la reacción de un pueblo que desde hace muchos años, conoce sus derechos y sus deberes y por lo tanto se empodera de sus problemas, como lo hizo ha mediado del siglo pasado.


Es en octubre de 1944, que el pueblo de Guatemala, decide hacer lo que llamaron la Revolución de Octubre de 1944, cuando hastiado de los regímenes sanguinarios y totalitarios, como era el caso en la ocasión del General Jorge Ubico (muy parecido a los gobiernos de Joaquín Balaguer), que estaba apoyado por la United Fruit Company (UFCO) de los Estados Unidos, el pueblo dirigido por el Frente Popular Libertador, integrado por dirigentes y estudiantes Universitarios, logran la renuncia y la huida del referido gobernante tirándose a las calles como lo están haciendo ahora, pese a que Ubico había llegado a la presidencia mediante elecciones “libres”.


Ahí es que entran en escena Juan José Arévalo, un intelectual de fuste, muy serio y muy querido, y quien además, y esto es importante resaltarlo, no tenía vínculos con los gobiernos pasados, ni compromisos con ellos en alguna parte de su vida, quien se autoproclamó después socialista espiritual, y a quienes sus adversarios de la oligarquía llamaron comunista, apoyado por sectores políticos y económicos de Estados Unidos. Éste, para no alargar mucho este escrito, fue una especie de Juan Bosch, o mejor dicho Juan Bosch fue una especie de Juan José Arévalo, porque ambos auspiciaron la libertad, el respeto a la patria, la lucha contra la corrupción, y aunque aquel tuvo logros y Bosch no pudo por el golpe de estado, cambió y llevó a cabo la modificación de la constitución de la república. Auspició una reforma agraria. Las libertades públicas y más aún, en la nueva constitución de Guatemala de esos tiempos, logró quitar los generalatos del ejército. Este dato es importante, Juan José Arévalo el 13 de mayo de 1947 promulgó la ley de Emisión del Pensamiento en Guatemala, la cual no censuraba ni coaccionaba el libre pensamiento en el país. Por lo que un grupo de guatemalteco, crea el Partido de los Trabajadores Guatemalteco (PTG), de orientación marsxista.

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