viernes, 9 de octubre de 2015

Efectos en la economía mundial de la devaluación del yuan moneda China 1-2



Por: Lic. Julio César Concepción Rodríguez, MBA.,
Mail:jcconcepcion@yahoo.com

La devaluación que ha llevado a cabo China de su divisa, el yuan, hay que recordar que la política monetaria por sí sola no basta para garantizar un crecimiento equilibrado y debe complementarse con reformas estructurales, esta cogió por sorpresa a los mercados mundiales y también a los analistas, que se preguntan qué puede significar esta medida. Probablemente, los líderes de Pekín también se estén haciendo esta misma pregunta.
Las autoridades monetarias de China decidieron rebajar el valor del yuan frente al dólar en un 1,9%, su mayor movimiento en años. ¿Se trata de una liberalización del sistema monetario, un paso para estimular la economía china o podría pensarse que se trata del inicio de una guerra de divisas? Según Bloomberg, es una combinación de las dos primeras. 
La presión del mercado, propiciada por las fugas de capitales y la ralentización (es la acción que permite lograr que algo se vuelva más lento o se desarrolle con menor rapidez), las exportaciones chinas, ha presionado el yuan a la baja dentro del rango permitido.  Bloomberg, confirma que el recorte es cercano al 2% que se ha estado produciendo y que no ha hecho sino más que acomodarse a la preferencia del mercado por un yuan más barato. Esta devaluación es una forma de estímulo económico que busca promocionar las exportaciones chinas y hace las importaciones más caras.
El ajuste, que lo viene haciendo con periodicidad diaria tendrá en cuenta el cierre del día anterior, sugiriendo una aproximación más orientada al mercado en el sistema para fijar el cambio del yuan. Según Bloomberg, que le viene dando estricto seguimiento dice que  esto es algo que ha sido demandado desde el exterior, principalmente desde el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo está en conversaciones con el Gobierno chino para incluir el yuan como parte de su divisa oficial internacional.
El Ejecutivo de Pekín quiere que el yuan forme parte del sistema como una afirmación de que China forma parte de la dirección de la economía mundial. Al mismo tiempo, esta devaluación es una forma de estímulo económico que promociona las exportaciones chinas y hace las importaciones más caras. Los socios comerciales de China tienen que lidiar con una devaluación que es menos beneficiosa para ellos, aunque en principios no tienen grandes razones para preocuparse.
El analista de Société Générale Albert Edwards es uno de los que anticiparon la medida del Banco Popular de China que cogió desprevenidos a los inversores. Edwards ha advertido de que "esto es sólo el principio. Los inversores deben prepararse para una ola de deflación en Asia”. Por su parte, desde la agencia Standard & Poor's (S&P), defienden una postura totalmente diferente: "La decisión sorpresa de China tiene sentido económico y no es el comienzo de una 'guerra de divisas' o un intento de impulsar el crecimiento". “En cualquier caso, la conclusión de Edwards es preocupante, ya que espera "que la aceleración de las devaluaciones en los mercados emergentes envíe olas de deflación a Occidente y afecte a la rentabilidad de las empresas y termine provocando una recesión". Un interés mal sano y desleal en todo este esquema.

El yuan ha continuado devaluándose, logrando la mayor caída entre las divisas asiáticas desde 2008 y alimentando las preocupaciones de que la volatilidad del mercado financiero frenará el crecimiento de la economía global. El yuan ha caído un 1%, a pesar de que el Banco Popular de China ha intervenido para frenar las caídas después de que cayera un 1,6%. Esta agitación ha afectado también a las bolsas europeas, que retroceden a mínimos de un mes. “China es un gran motor de crecimiento en el mundo, así que hay cierto riesgo para el crecimiento global”, señala Otto Waser, director de inversión de R&A Research & Asset Management, en declaraciones a Bloomberg. “Si la economía mundial resulta ser débil, la Fed mantendrá la vista en el dólar”.
¿Cómo la devaluación del yuan chino puede afectar a Estados Unidos?
Cuando los inversores temían por la subida de tipos en EE.UU, el foco de atención se ha girado a la moneda china. Los inversores de todo el mundo han estado obsesionados con la fecha en que la Reserva Federal de Estados Unidos pondrá fin a la era de los tipos de interés cercanos a cero, ahora que la economía del país vuelve a funcionar casi normalmente.
Pero tal vez estuviesen buscando en el lugar incorrecto, en lo que a la importancia para los flujos de capital transfronterizos y la actividad económica se refiere. Porque lo que tendrá consecuencias y ramificaciones globales a corto, mediano y largo plazo es la decisión del Banco Popular de China de devaluar el yuan un 1,9% y un 1,62% en días consecutivos. La consecuencia inmediata es que la decisión aumentará la competitividad de las exportaciones chinas en un momento en que su economía está creciendo a su ritmo más lento en los últimos seis (6) años, y cuando muchos economistas temen que la desaceleración sea mucho más dolorosa y aguda.

Exportando deflación

Uno de los planes de China desde hace tiempo es convertir el yuan en una moneda reserva. Y por todo el estímulo para el crecimiento económico chino que puede suponer (facilita que China venda sus productos a otros países), esta devaluación vuelve a despertar los temores de que el gobierno de Pekín está aún muy lejos de haber logrado reconfigurar la economía para tener un crecimiento más equilibrado y basado en el propio consumo de los chinos.
Otra consecuencia es que el debilitamiento del yuan pondrá a la Reserva Federal estadounidense (FED) en el foco de todas las miradas. En efecto, China está exportando deflación a EE.UU (provocando caída de los precios) y algunos se atreverán a argumentar que la FED debería encontrar una manera elegante de alejarse de sus recientes señales de advertencia de que a partir del mes de septiembre de los corrientes se verá la primera subida de tipos desde que estallase la crisis en 2008. O por decirlo de otro modo, en términos de los fabricantes y exportadores de EE.UU, Pekín ha hecho el ajuste monetario que podría decirse que necesita la economía estadounidense.

En cuanto a las consecuencias a mediano  plazo, China despertará una vez más la preocupación de que se dedica a la competencia comercial desleal. Los candidatos presidenciales de EE.UU, especialmente en el bando republicano, se quejarán más sobre el intento de China por reconstruir su cuota de mercado de exportaciones, que de preocuparse por las implicaciones de su, aparentemente imparable, desaceleración. Todo parece indicar   que China vuelve a apostar por las exportaciones en lugar de apoyarse en el consumo interno.

A más largo plazo, no está claro si la devaluación hará retroceder las ambiciones de China para que el yuan se convierta en una moneda reserva, según la denominación del Fondo Monetario Internacional (FMI), es decir, una moneda que utilicen los gobiernos para acumularla por seguridad y fijar los precios de los productos en los mercados internacionales.
Los economistas del FMI y los banqueros centrales, quienes adjudican el estatus de moneda reserva, toman en cuenta si un banco central fuerza devaluaciones y revaluaciones de un modo que distorsiona el funcionamiento del mercado libre. Muchos acusan a China de hacer competencia desleal en los mercados internacionales. China a través de su Banco Popular, argumenta que al debilitar el yuan repentinamente también se está moviendo la tasa de cambio determinada por el mercado.
Y eso puede ser así, en el sentido de que en las últimas semanas toda la presión del mercado sobre el yuan ha sido a la baja, debido al lamentable hecho de que los defectos de la economía de China se han vuelto más y más evidentes. Distintos analistas han alertado de que la depreciación de la moneda china repercutirá de forma negativa en las exportaciones europeas

A principios de verano, cuando la Bolsa china se desplomó un 50% en cuatro semanas, Europa mira con preocupación a Oriente estos días. Después de que el Banco Central chino haya depreciado el yuan durante tres jornadas consecutivas, numerosos analistas han analizado las consecuencias que la devaluación de la moneda asiática podría generar en la economía europea. Por el momento, la inestabilidad ha regresado en los mercados, que han registrado importantes pérdidas. El Gobierno chino se justifica asegurando que la medida servirá para impulsar las exportaciones asiáticas pero, ¿qué supondrá un yuan más débil para la economía del viejo continente? (Continua…)

Fuentes: Bolsamanía, http://www.abc.es/Wall Street.


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