lunes, 3 de marzo de 2014

Eso no tiene madre‏


Vivían de La Gran Laguna, pero la depredaron. Pescaron sin control. “Le hicimos un gran daño”, reconocen los pescadores de Boba, en Nagua. Ahora tienen el mar y la solidaridad del gobierno. ¿Se librarán del castigo de la miseria?
 
La contrición ecológica, la admisión de culpa por parte de los pescadores fue una buena manera de empezar, desde ellos mismos, a encontrar los medios para la liberación y rescate de las familias pescadoras de Boba atrapadas en la pobreza.
 
A la La Gran Laguna habrá que dejarla descansar para que pueda recuperarse y más adelante repensar su relación con ella. 
 
Celebremos que estos pescadores tomaran conciencia de que deben gestionar/explotar con inteligencia y moderación los recursos naturales para que duren. Este nuevo saber es quizás más importante que cualquier ayuda de gobierno o ONG. El saber queda, la ayuda, en cambio y en algún momento, se gasta o se va.
 
Enterado de la catástrofe ecológica, económica y familiar en Boba, el presidente Danilo Medina aprovechó una de sus visitas a la provincia María Trinidad Sánchez (Nagua) para conversar con los 68 pescadores organizados en ASOPESCA, no para asignarles funditas con las que pudieran comer ellos y sus familias, sino para solidarizarse y reconvertirlos de arrepentidos, depredadores y empobrecidos de la Gran Laguna que eran, en afortunados y entusiastas pescadores de la mar que ahora son, con 7 embarcaciones a motor nuevo, mejor utilería de pesca y local con freezers para derrotar a los intermediarios abusadores y conseguir mejores precios a su cosecha marítima.
 
"Le fuimos derecho al Presidente", recuerda Hilario Pérez, presidente de ASOPESCA. Logramos un financiamiento por 4.1 millones de pesos y "una caballaita más", detalla Eudocio García, miembro de la asociación.
 
Sus vidas cambiaron radicalmente: "Ahora es diferente, cuenta Etanislao Polanco, uno vuelve a su casa con su comida más rápido". 
 
Y mucho más.
 
El cambio no es nada más en lo económico, lo es también en la mayor seguridad y protección que tienen por la calidad de los nuevos equipos con los que faenan. Hilario dice algo muy cierto: "La familia está más tranquila porque uno anda con buenos equipos; esos equipos (se ríe)…eso no tiene madre. El futuro de nosotros se ve tan claro como se ve el día de hoy".
 
Hoy que contamos la historia de este reconfortante caso de contrición ecológica y de rescate de familias pescadoras en Boba, hay que decir, para entenderla, que el gobierno de Danilo Medina privilegia la solidaridad sostenible o duradera hacia los empobrecidos, hacia los emprendedores chiquitos, pequeños y medianos, no la solidaridad ocasional del "dao", sino aquella que estimula y fortalece para siempre la iniciativa empresarial vía la democratización del crédito, la capacitación y apoyo técnico para agregar valor a la producción

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