jueves, 15 de octubre de 2020

Sala Capitular aprueba colocar nombres de distinguidas figuras del arte a salones del Centro Cultural Macorisano

 




San Pedro de Macorís, RD.-

La Sala Capitular del Ayuntamiento de San Pedro de Macorís, aprobó la colocación de los nombres de Víctor Villegas, Nadal Walcot y Paul Giudicelli a tres salones del Centro Cultural Macorisano, tras la presentación de una propuesta del licenciado Aneury Guerrero, encardo del departamento de Cultura del ayuntamiento de San Pedro de Macorís.

En la solicitud se especifica que el salón principal lleve el nombre del poeta Victor Villegas; el primer salón de galería el nombre de Nadal Walcot, reconocido artista plástico y el segundo salón con el nombre del destacodo artista plastico Paul Guidicelli.

El proyecto fue aprobado a unanimidad, destacando varios concejales el trabajo que realiza el Lic. Aneury Guerrero, en la investigación del ámbito cultural, con el objetivo de impulsar las obras de destacas figuras del arte de nuestra provincia.

En la sesión estuvieron presentes el señor Nadal Walcot y familiares del poeta Victor Villegas, quienes agradecionron la iniciativa del ayuntaminto de San Pedro de Macoris.

Conozcamos a los homenajeados:

Víctor Villegas

nació en San Pedro de Macorís el 22 de septiembre de 1924 y falleció en esta ciudad el 21 de abril de 2011, hace exactamente siete años, razón de más para dedicarle como decano de la promoción esta fecha. Villegas se destacó como poeta, ensayista y profesor universitario, empero su vida estuvo además dedicada al ejercicio de la profesión de abogado que ejerció con éxito, como la mayoría de los miembros de su generación.

Villegas fue en los últimos años de su vida, un activo y decidido empresario de las letras. Tanto con su famosa revista Yelidáque dirigió y que llenó un vacío cultural como en múltiples actividades. Entre sus lauros figura un Premio Nacional de poesía en 1982. Fue miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, del Ateneo Dominicano; Miembro de la Comisión Internacional Consultora de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Escritores. Fue condecorado con la medalla al Mérito Literario Hispanoamericano, en Caracas, Venezuela, y Medalla literaria José María Heredia, Santiago de Cuba.

Además durante años animó en la zona colonial las agrupaciones culturales hasta días antes de morir. Dueño de una imaginación fértil, sus cuentos de su ciudad natal se hicieron famosos en el mundillo literario, tanto así, que el realismo mágico le queda pequeño, a su conejos gigantes, a sus monos cuasi mágicos, al extremo de que Rafael Peralta Romero y quien escribe, le dimos condición literaria lo que para él fue pura oralidad. Entre sus obras están los siguientes títulos poéticos: Diálogos con Simeón, 1976; Juan Criollo y otras antielegías, 1982; Botella en el mar 72 (1984); Poco tiempo después, 1991; Cosmos, 1986 y Diálogos con Simeón Charlotte-Amalie(1994) y las antologías, una propia: Poesía de Víctor Villegas, selección 1947-1984, en 1986. Y Pedro René Contín Aybar, selección y prólogo de su Poesía, 1982 y la Antología de Poetas Petromacorisanos, ediciones de la UCE, 1982. Finalmente, Antonio Fernández Spencer poeta y humanista, 1995.

 

Nadal Walcot,

 nacido en 1945, es nativo de San Pedro de Macorís, una provincia de la República Dominicana, ubicada en la región sudeste del país. Sus raíces se extienden desde Saint Martin y las islas Saint Kitts y Nevis en el Caribe.

Un artista autodidacta, Nadal se inspiró por primera vez en las caricaturas y los juguetes de madera hechos en casa y creados por un tío. Recuerda haber intentado copiar el trabajo de su tío a una edad temprana. Sus influencias posteriores incluyen al artista gráfico Holandés M.C. Escher, cuyo trabajo encontró durante su exilio político en Europa.

Sus obras generalmente incluyen una narración de "la vida cotidiana, los mitos y la cultura de su gente, los cocolos". Cocolos es un término usado en la República Dominicana para inmigrantes que son descendientes de esclavos africanos de las islas inglesas del Caribe, como San Martín, que han venido al país para trabajar en la industria de la caña de azúcar desde finales del siglo XIX.

Nadal Walcot es fundador de la Casa de la Cultura de San Pedro de Macoris, miembro de la Asociación de Artistas Finos de la República Dominicana, y miembro fundador de la Asociación de Artistas latinoamericanos de Quebec.

 

 

Paul Giudicelli Palmieri

Nació el 13 de noviembre de 1919 en la República Dominicana, en el Ingenio Porvenir. Sus padres fueron Angel Giudicelli Grillasca y Paulina Palmieri de Giudicelli, oriundos de Córcega (Francia), quienes vinieron al país como colonos a instalarse en la ciudad de San Pedro de Macorís donde vivieron y tuvieron 7 hijos de los cuales Paul fue el tercero.

Paul Giudicelli Palmieri vivió en el Ingenio Porvenir de San Pedro de Macorís hasta los 5 años, después se trasladó a la colonia "La Francia" del Ingenio Boca Chica. En Boca Chica vivió hasta los 9 años. A esa edad viajó con toda su familia a Francia donde permaneció por 2 años, luego regresó de nuevo a República Dominicana cuando ya tenía 11 años, y fue internado en el Colegio Santa Ana de la ciudad de Santo Domingo donde permaneció hasta terminar sus estudios primarios a la edad de 15 años. Salió de allí para hacer el bachillerato siempre en la ciudad de Santo Domingo; el que abandonó para seguir estudios comerciales, e interrumpió estos últimos, cuando contrajo matrimonio antes de cumplir los 16 años de edad.

Se dice que el joven Giudicelli se casó con el deseo desesperado de viajar al exterior, y como sus padres no se lo permitían se escapó con su novia, una joven de mucho dinero, con la intención de llevar a cabo su proyecto. Permaneció oculto de sus familiares en la ciudad de La Romana y por la minoría de edad no le concedieron ni pasaporte ni licencia matrimonial.

Cuando su familia descubrió su escondite lo llevó de nuevo a San Pedro de Macorís donde por conveniencias de ambas familias se celebró la boda. Se fueron a vivir a Santo Domingo donde tuvieron dos hijos: Pablo y Angel. Pocos años después se divorciaron y Paul Giudicelli permaneció soltero hasta el día de su muerte.

Antes de consagrarse a la pintura pasó por diversas experiencias y tropiezos. Primero se dedicó al comercio, después, en la ciudad de Santiago de los Caballeros trabajó como comprador de oro ambulante, y en la parte noroeste del país fue traficante de frutos. Después del fracaso de todas esas experiencias ingresó a cursar estudios en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Santo Domingo en el año 1948. Había pasado por un distanciamiento familiar, pero con el nacimiento de sus dos hijos se reconcilió de nuevo con sus padres y su vida económica se alivió. Paul Giudicelli inicó estudios de guitarra, los que abandonó para dedicarse por completo a la pintura. Por el año 1948 conoció a una joven puertorriqueña que se hospedaba en su casa, pianista y cantante, la cual se convirtió en su novia. Cuando vio las obras de Paul lo alentó para que ingresara en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Es por eso que a los 28 años (1948) inicia sus estudios de pintura.

Esta decisión no fue bien acogida por su padre que aspiraba a que el se dedicara al campo por lo que otra vez perdió su protección económica. Realizó los estudios de pintura y al terminar recibió una mención honorífica del Director General de Bellas Artes por considerar que las obras de Giudicelli fueron las mejores de ese año. Por esa época trabaja Giudicelli como administrador del Asilo de Ancianos de Santo Domingo.

En 1953 realizó su primera exposición individual en la Galería Nacional de Bellas Artes exhibiendo 70 obras en total entre óleos, gouaches, acuarelas, dibujos y ensayos para murales.En el 1957, luego de haber concurrido a varias exposiciones colectivas en el interior y el exterior del país, realizó su segunda exposición individual en el Palacio Nacional de Bellas Artes con un total de 69 obras, entre óleos, gouaches, acuarelas y dibujos. El 23 de enero de 1959, realizó su tercera exposición individual planeada para diciembre de 1958, pero que tuvo que posponer. Esta exposición se hizo también en el Palacio Nacional de Bellas Artes y allí exhibió 94 obras entre Oleos, gouaches, dibujos y estudios para cerámicas. También en 1959 presentó su cuarta exposición individual en el Ayuntamiento de Ia ciudad de San Cristóbal mostrando Un total de 50 obras, y en 1962, presentó su quinta y última exposición individual en la Facultad de Arquitectura e Ingeniería de la Universidad Autónoma de Santo Domingo exhibiendo un total de 75 obras entre óleos, temple-plásticos, gouaches, dibujos y una gran cantidad de cerámicas.

Paul Giudicelli solicitó en varias ocasiones al Gobierno una beca para cursar estudios de arte en el exterior pero nunca pudo lograrlo. Sin embargo, en 1959 el Gobierno francés le concedió una beca para realizar estudios de mural en ese país, pero no pudo aceptarla por un problema político que tuvo su hijo Pablo con el Gobierno Dominicano. En 1960 fue nombrado Profesor de Pintura de Ia Escuela Nacional de Bellas Artes y Profesor Interino de Acuarela de la Universidad Autónoma de Santo Domingo; luego, fue nombrado subdirector de la Escuela Nacional de Bellas Artes, pero estos cargos le fueron suprimidos a raíz del incidente político que tuvo su hijo Pablo asignado a la Misión Diplomática en Costa Rica.

Después del ajusticiamiento de Trujillo (1961) fue reintegrado como Profesor de la Escuela Nacional de Bellas Artes. En la bienal de 1963 Paul Giudicelli obtuvo el Primer Premio de Pintura con su cuadro "Meditación sobre la Armadura de un Soldado". Fue un pionero no sólo del modernismo, el cual introdujo en la pintura dominicana de lleno, sino del trabajo de cerámica y mosaico dentro de Ia actividad plástica dominicana.

Giudicelli realizó entre los años 1959 y 1961 varios murales en mosaico cerámico, entre otros, para los palacios municipales o ayuntamientos de: Luperón, Oviedo, Nagua, Sabana Grande de Boyá (Tríptico), Sabana de Ia Mar, Higuey; además, otro mural para la gallera de San Juan de la Maguana. Todo esto nos deja dicho que Giudicelli fue un obrero incansable de la pintura, no tuvo reparos en aceptar trabajos enojosos, nunca hubo contradicción entre su obra y su vida, mantuvo su criterio sobre la vida y la sociedad a través de un trabajo testimonial que trato de captar la esencia de lo social-étnico-sicológico de su país. Hijo de extranjeros fue el más dominicano de los pintores, y su vida y su obra lo han testimoniado.

Su trabajo empecinado, dramático y hasta podría decirse que autodestructivo, deja, sin embargo, a la posteridad, las estructuras definidas de un arte dominicano en toda la amplitud de la palabra, por lo ajustado de sus temas y del tratamiento con que los realizaba. Su muerte sólo se llevó su presencia física, la figura del hombre polémico y trabajador, moderno y antiquísimo al mismo tiempo en sus gustos, que ocupo un lugar preferente en el mundo plástico dominicano durante mas de 15 años.

Hoy, Giudicelli es un nombre y una leyenda, un ejemplo de voluntad y de talento, un puntal en la herencia cultural de nuestro pueblo, aunque todavía no ha recibido el reconocimiento que merece.

Ultimos años

A partir de 1962 hasta la hora de su muerte (1965) Giudicelli continuó cosechando exitos. Obtiene el Primer Premio de Pintura en la Bienal de 1963, con su cuadro "Meditación sobre la Armadura de un Soldado", y sus trabajos llegan a tener demanda. Podriamos decir que Giudicelli muere en su mejor época, cuando la vida y el exito comienzan a solidificarse ante sus ojos. El pintor no ignoraba que se moría...

Paul Giudicelli murió pintando, y creemos que dentro de lo doloroso de su proceso de extinción, del que tenía plena conciencia, el artista aprovechó hasta el más mínimo soplo de su existencia para realizarse como verdadero hombre-artista. A los cuarenticinco años de vida y con diecisiete de actividad pictórica, Giudicelli llenó y recorrió un vasto tiempo evolutivo, se consumió en el fuego de la creatividad, de su propia creatividad, como esas mariposas de verano que no llegan al otoño, y que sin embargo permanecen en la sensibilidad de quienes las han visto.

Por su proceso de integración podemos advertir precisamente que Giudicelli no era de los que pintan como estetas, sino de los que sentían la pintura históricamente, en el dramático resultado de su desarrollo. Siempre fue así, desde que comenzó a pintar; pero últimamente, liberado, descargó en Ia obra toda su fuerza interior en función biológica. De ahí que en su obra última, incluyendo la serie a la que corresponde "Meditación sobre la Armadura de un Soldado" -Primer Premio de Pintura en la Bienal de 1963-concebida con grandiosidad y con grandiosidad realizada, relativice entre lo de ayer y lo de hoy.

 

 

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