SAN PEDRO DE MACORIS. El material humano aportado por esta provincia al deporte dominicano ha sido y sigue siendo inagotable.
A la hora de pasar balance a todo el talento salido de la llamada Sultana del Este la mayoría piensa en béisbol, en peloteros, pero debe detenerse a mirar otras disciplinas. Por ejemplo, el baloncesto.
Es precisamente el deporte del aro y el balón que también ha brindado incontables talentos al país, talento que desde hace varios años viene recibiendo el debido reconocimiento por parte del Salón de la Fama de Deportistas Petromacorisanos.
El último en la lista será Julián McKelly, reconocido con el sobre nombre de “Bombo” McKelly, el espigado jugador que ayudó al club Mauricio Báez a sentar una breve dinastía en el baloncesto superior del Distrito Nacional entre 1984 y 1986.
Pero también el delantero-centro que supo representar con dignidad y arrojo los colores patrios en eventos internacionales.
McKelly será exaltado el domingo 13 de septiembre durante el VII Ceremonial de la Fama del deporte local, anunció hoy su presidente Juan Eric Yermenos.
“Julián es uno de los escogidos para la inmortalidad de entre decenas de candidatos sometidos a la consideración del Comité de Selección,” dijo el ingeniero Yermenos. Será un honor para el Salón de la Fama recibir a un deportista de su trayectoria como atleta y ciudadano ejemplar,” aseguró.
Julián se une a figuras como Rafael Luis López, Miguel Feris Iglesias, Apolinar de la Cruz Sosa, Danilo Moreno, Tano Martino y Alcibíades Sánchez Cabrera (Jabao), anunciados con anterioridad para ser exaltados, como parte del grupo de ocho deportistas a ser inmortalizados el domingo 13 del próximo mes, en un Ceremonial programado para comenzar a las 10:00 de la mañana en el salón don Francisco Comarazamy, de la Alcaldía Municipal.
McKelly nació en 1961 del matrimonio de Julián McKelly y Mercedes Bloise. No comenzó a jugar baloncesto hasta bien entrada la adolescencia, cuando el profesor de educación física y hoy inmortal Freddy Miller vio en él condiciones excepcionales y lo reclutó para el colegio San Esteban, según ha contado el propio Bombo en muchas ocasiones. Antes de entrar al baloncesto, Julián era un jugador de béisbol.
Pero “Bombo” apodo que dice le colocaron a raíz de la Guerra de 1965, ya tenía cierta inspiración hacia el baloncesto, adquirida al ver los partidos de la selección en el país durante los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1974.
“Mi primer encuentro con el baloncesto fue en 1978 cuando Miller me descubrió, pero yo sentía cierta pasión por el deporte sin haberlo jugado. Seguí el torneo de 1974, de los 12 Juegos, y ahí me sentí atraído por el baloncesto,” manifestó.
Un año después fue reclutado por el club Mauricio Báez, donde dijo que comenzó su desarrollo como jugador bajo las orientaciones del entrenador e inmortal del deporte dominicano Fernando Teruel.
Señalado en sus años de gloria como una bestia rebotera y excelente jugador defensivo, McKelly fue una de las piedras angulares en las tres coronas logradas por Mauricio Báez del 84 al 86. Integró junto al norteamericano Eugene Richardson, José -.Boyón- Dominguez, Ramón -Montante- Castillo y su compueblano Domingo Rosario, un quinteto fuera de serie.
En la última de las tres coronas fue escogido “Jugador Más Valioso” por el trabajo defensivo realizado sobre Evaristo Pérez, la fuerza rebotera más letal que ha conocido el baloncesto distrital.
“Montante y yo éramos responsables del trabajo defensivo, de los rebotes, Richardson y Rosario comandaban la ofensiva junto a Boyón, que además era el cerebro en la conducción del juego,” admite Julián.
Del malogrado montante Castillo, McKelly dice que aprendió mucho y que fue un compañero entrañable. “Llegamos el mismo año -79- al Mauricio Báez y aprendí mucho de él. Ramón era un ser humano especial,” admitió.
Dentro de la selección, McKelly fue miembro de la escuadra tricolor en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de La Habana 82, Cuba; asistió a los Panamericanos del 83 en Venezuela, jugó en el torneo Pre-Olímpico de Basket en Brasil 94 y en Centrobasket ’87 disputado en suelo dominicano.
McKelly es un miembro desde el 2004 del Salón de la Fama del Colegio Saint Francis en Nueva york, donde jugó baloncesto por recomendación del dominicano y ex selección nacional Edgar de La Rosa.
Julián McKelly Bloise llegó a la par la carrera deportiva con los estudios y ya en 1989 era un profesional de la contabilidad, profesión que desempeña en el Departamento de Viviendas del Estado de Nueva York, donde reside desde hace más de dos décadas.
El Ceremonial del Salón de la Fama será patrocinado por el Ministerio de Deportes, la Alcaldía Municipal y Almacenes Iberia y respaldado además por Cemex Dominicana. EG Haina, Central Romana Corp., César Iglesias y el Consejo Estatal del Azúcar, entre otros.