Por Lic. Julio Cesar Concepción Rodríguez, MBA.
jcconcepcion@yahoo.com
Cuando escuchamos hablar de primavera inmediatamente aflora a nuestras mentes el reverdecer de las plantas el mundo botánico, pero ciertamente a lo que queremos referirnos es al repunte renovador que viene experimentando la economía dominicana en los últimos tiempos, es tanto así que casi todos los organismos especializados en análisis de proyección económica del país y del mundo nos prevén un crecimiento razonable conforme las calamidades económicas mundial.
La comunidad internacional está llamada a ayudar a enfrentar los desafíos económicos y de desarrollo social de los países en desarrollo. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su monitoreo perenne de las economías (empeñadas con sus acuerdos), afirma que el crecimiento mundial debe ir hacia un crecimiento económico robusto e incluyente, que proteja a las personas afectadas por el impacto de la crisis global. Y como es sabido todos estamos incluidos en esa vorágine económica.
El WEO (Informe de perspectivas de crecimiento mundial para el año 2013), proyecta un crecimiento económico mundial de 3.3% del PIB, una cifra no muy distinta a la del año próximo pasado, pero lo importante de todo esto es, que el mundo económico se ve mucho menos oscuro que como era visto, es decir la constante espada de Damocles desaparece paulatinamente. El repunte del mercado financiero aún no se traduce en un crecimiento sostenido ni está favoreciendo el renglón empleo como debiera, que es lo que más le importa a las gentes.
Se aprecian tres velocidades, en primer lugar en países que les está yendo bien, otros que están mejorando y otros que tienen un largo trecho por recorrer, por lo que con la fuerte interconexión económica entre los países de la región, esta recuperación no es la más sana. No es suficiente, lo que necesitamos es una economía mundial a toda velocidad con acciones compactas, una que funcione con un crecimiento que sea sostenido, equilibrado, pero que también sea incluyente y muy afianzado en un desarrollo social, que invierta en recursos de desarrollo de competencias humano, y ecológico.
Los países a los que les va bien deberán reconstruir los espacios de políticas y fortalecer las disposiciones financieras y las supervisiones. Los países de bajos ingresos de gran crecimiento deben aprovechar el éxito e invertir en el futuro, incluyendo las necesidades sociales y de infraestructuras.
El FMI insta frecuentemente a apoyar los ajustes de los desequilibrios mundiales, y que ayudará a sus miembros a cumplir con esta preocupación, el organismo tiene la intención de trabajar más en apoyar el empleo, trabajo y equidad, porque entiende que se necesita crecimiento sostenido ante todo, y asegurar que el ajuste sea lo más justo posible, acción que debe ser vinculada con organismos como el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Recursos de bonos en el BC
Los US$1,000 millones que República Dominicana colocó en bonos soberanos depositados en la cuenta del Ministerio de Hacienda, fortalecerá las reservas internacionales del Banco Central y las estaría colocando en niveles altos históricamente, lo que, según los fundamentos económicos, podría inducir a una moderada evaluación de la tasa de cambio.
Los recursos entraron en momentos en que los niveles de reservas internacionales netas (RIN) están altas, pero se robustecen ante cualquier eventualidad.
Todo indica que estos US$1,000 millones ayudarán a salvaguardar la estabilidad relativa en la tasa de cambio, pero que además generarán una expansión de la oferta tanto de dólares como de pesos dominicanos, lo que repercutiría en una disminución en las tasas de interés y por tanto en una dinamización del crédito y de la actividad económica.
Históricamente el Estado Dominicano ha tenido que recurrir a la emisión de bonos soberanos para sustentar el déficit presupuestario. La Dirección General de Crédito Público da cuenta de al menos seis emisiones desde el año 1994. En los últimos 20 años, según los datos, el monto colocado supera los US$3,460 millones.
Consecuencia Inmediata
La colocación definitivamente exitosa de US$1,000 millones en bonos soberanos que hizo República Dominicana, la acogida y muestra de confianza de los organismos financieros internacionales constituye una reafirmación sólida, de no siempre será necesario pactar acuerdos con el (FMI), para enfrentar dificultades económicas.
La comunidad internacional está llamada a ayudar a enfrentar los desafíos económicos y de desarrollo social de los países en desarrollo. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su monitoreo perenne de las economías (empeñadas con sus acuerdos), afirma que el crecimiento mundial debe ir hacia un crecimiento económico robusto e incluyente, que proteja a las personas afectadas por el impacto de la crisis global. Y como es sabido todos estamos incluidos en esa vorágine económica.
El WEO (Informe de perspectivas de crecimiento mundial para el año 2013), proyecta un crecimiento económico mundial de 3.3% del PIB, una cifra no muy distinta a la del año próximo pasado, pero lo importante de todo esto es, que el mundo económico se ve mucho menos oscuro que como era visto, es decir la constante espada de Damocles desaparece paulatinamente. El repunte del mercado financiero aún no se traduce en un crecimiento sostenido ni está favoreciendo el renglón empleo como debiera, que es lo que más le importa a las gentes.
Se aprecian tres velocidades, en primer lugar en países que les está yendo bien, otros que están mejorando y otros que tienen un largo trecho por recorrer, por lo que con la fuerte interconexión económica entre los países de la región, esta recuperación no es la más sana. No es suficiente, lo que necesitamos es una economía mundial a toda velocidad con acciones compactas, una que funcione con un crecimiento que sea sostenido, equilibrado, pero que también sea incluyente y muy afianzado en un desarrollo social, que invierta en recursos de desarrollo de competencias humano, y ecológico.
Los países a los que les va bien deberán reconstruir los espacios de políticas y fortalecer las disposiciones financieras y las supervisiones. Los países de bajos ingresos de gran crecimiento deben aprovechar el éxito e invertir en el futuro, incluyendo las necesidades sociales y de infraestructuras.
El FMI insta frecuentemente a apoyar los ajustes de los desequilibrios mundiales, y que ayudará a sus miembros a cumplir con esta preocupación, el organismo tiene la intención de trabajar más en apoyar el empleo, trabajo y equidad, porque entiende que se necesita crecimiento sostenido ante todo, y asegurar que el ajuste sea lo más justo posible, acción que debe ser vinculada con organismos como el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Recursos de bonos en el BC
Los US$1,000 millones que República Dominicana colocó en bonos soberanos depositados en la cuenta del Ministerio de Hacienda, fortalecerá las reservas internacionales del Banco Central y las estaría colocando en niveles altos históricamente, lo que, según los fundamentos económicos, podría inducir a una moderada evaluación de la tasa de cambio.
Los recursos entraron en momentos en que los niveles de reservas internacionales netas (RIN) están altas, pero se robustecen ante cualquier eventualidad.
Todo indica que estos US$1,000 millones ayudarán a salvaguardar la estabilidad relativa en la tasa de cambio, pero que además generarán una expansión de la oferta tanto de dólares como de pesos dominicanos, lo que repercutiría en una disminución en las tasas de interés y por tanto en una dinamización del crédito y de la actividad económica.
Históricamente el Estado Dominicano ha tenido que recurrir a la emisión de bonos soberanos para sustentar el déficit presupuestario. La Dirección General de Crédito Público da cuenta de al menos seis emisiones desde el año 1994. En los últimos 20 años, según los datos, el monto colocado supera los US$3,460 millones.
Consecuencia Inmediata
La colocación definitivamente exitosa de US$1,000 millones en bonos soberanos que hizo República Dominicana, la acogida y muestra de confianza de los organismos financieros internacionales constituye una reafirmación sólida, de no siempre será necesario pactar acuerdos con el (FMI), para enfrentar dificultades económicas.
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