lunes, 15 de junio de 2015

Cámara de Cuentas, corrupción y transparencia (2-2 Final)


Por: Lic. Julio César Concepción Rodríguez, MBA.,
Mail:jcconcepcion@yahoo.com

De todas maneras, la persecución y la sanción social de la corrupción es a largo plazo tabla de salvación  para la sociedad en la medida en que constituye una afirmación de cuáles serían para ella los caminos socialmente legítimos para la movilidad social. Reivindica, aún sea de manera contradictoria, el trabajo como camino honorable y la corruptela como vagabundería e indecencia.   
La eliminación de la corrupción una de las lacras económicas, políticas y sociales más desbastadoras que afectan, en distinta medida, al mundo globalizado, que daña el tejido social e institucional de un país, estimulan  prestar atención a las opciones de reformas de que disponen los gobiernos para reducir la corrupción y mitigar sus efectos. La base de esas reformas ha de ser una estrategia doble, una mezcla sensata de castigo y recompensa. Remunerar bien a los funcionarios públicos, hay una estrecha relación  entre el nivel de los salarios del sector público y la presencia de corrupción.

Compete a los Gobiernos decidir la manera como desea combatir  ese flagelo. Cada generación de la especie humana ha tenido que enfrentar los desafíos propios de su época, pero nunca como en el presente el modelo civilizatorio había alcanzado los actuales niveles de depredación y autodestrucción, agravándose las perspectivas futuras, con las disputas encarnizadas en todos los ordenes, que están siendo solapadas con actores y propagandas que ocultan la razón fundamental de un escenario sombrío, en el que la codicia se impone con bestial deshumanización.
Transparencia
Una gestión con transparencia no tolerará corrupción de ninguna índole, y estará vigilante para que exista honestidad en las funciones públicas y que la integridad se manifieste en todos los servidores públicos, para que la transparencia en cada uno de nuestros actos sea la norma que guíe el trabajo de la administración en su conjunto. Creer en la fuerza irresistible del ejemplo, y por eso ante la faz de la nación comprometerse a una gestión pulcra y respetuosa de los asuntos públicos, para que la democracia siga ganando credibilidad.

Dotar al gasto oficial de transparencia y apertura, subsidios, exenciones fiscales, adquisición pública de bienes y servicios, créditos blandos, fondos extrapresupuestarios controlados por los políticos: todos estos son distintas maneras que tienen los gobiernos de administrar los recursos públicos. Los gobiernos recaudan impuestos, acuden a los mercados de capitales para obtener dinero, reciben ayuda exterior y elaboran mecanismos para asignar esos recursos a diversas necesidades. Algunos países lo hacen de manera relativamente transparente y se esfuerzan para garantizar que el objetivo sea el interés público. Cuanto más abierto y transparente es el proceso, menos posibilidades hay de actividades ilícitas y abusos.

Los sistemas de control presupuestario y políticas públicas ineficaces pueden también contribuir a crear el contexto de las reformas. Que el país en cuestión cuente con una sociedad civil activa y una cultura de participación puede ser un ingrediente fundamental de las estrategias para reducir la corrupción. Que proporciona un marco legal para la gestión transparente de los recursos públicos.

Establecer convenios internacionales como, en una economía globalizada, la corrupción posee una dimensión cada vez más transnacional, el marco legal internacional para el control de la corrupción es un elemento clave en las opciones de las que disponen los gobiernos para lograr mas transparencia en sus actividades económicas y afines.

Emplear tecnología inteligente, si las distorsiones creadas por los gobiernos ofrecen muchas oportunidades para la corrupción, el contacto frecuente y directo entre funcionarios y ciudadanos también puede facilitar las transacciones ilícitas. Una forma de resolver este problema es recurrir a las tecnologías disponibles para promover una relación más distante entre los dos sectores; en este sentido, Internet es una herramienta eficaz para combatir la corrupción, el uso de las plataformas de Internet para las relaciones de la administración con la sociedad civil y el mundo empresarial ha prosperado, sobre  todo, en las áreas del pago de impuestos, las adquisiciones públicas y los trámites burocráticos.  

Quizá uno de los campos más fértiles para la corrupción en el mundo es el relacionado con las adquisiciones que hace el Estado. Las compras públicas de bienes y servicios pueden tener una dimensión importante, entre el 5 y el 10% del PIB en la mayoría de los países. Como la concesión de contratos puede estar sujeta a cierto grado de discreción burocrática y como la mayoría de los países tienen largos antecedentes históricos de sobornos, comisiones y connivencias en las ofertas públicas de adquisición, cada vez más países están optando por procedimientos que garantizan unos niveles apropiados de apertura, competencia, igualdad de oportunidades para los proveedores o claridad en las licitaciones.

Cerrar las lagunas legislativas y eliminar las normas mal concebidas que estimulan los comportamientos corruptos son la mejor forma de combatir la corrupción. Pero una estrategia centrada en cambiar las normas y los incentivos, con castigos suficientemente severos para quienes cometan infracciones, será mucho más eficaz si va acompañada de esfuerzos para reforzar las bases éticas y morales de la conducta humana.

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