miércoles, 6 de enero de 2021

Los orígenes históricos de la corrupción (2-2) Final



Por: Lic. Julio César Concepción Rodríguez, MBA.

Probablemente la corrupción nace en la misma naturaleza del ser humano, en sus pasiones por la ambición, la codicia y la avaricia. La ambición y la avaricia que conforman un conjunto de vicios. La corrupción es como un cáncer que carcome a las sociedades en todo el mundo, perjudicando a los sectores de la   ciudadanía más vulnerables porque se nutre de dineros públicos que en principio no deben ser mal utilizados. Es como una enfermedad moral asociada a un gusto obsesivo por el dinero.  


Tomemos como ejemplo el caso Odebrecht en Latinoamérica, que implica complicidad entre funcionarios públicos y compañías privadas que se pusieron de acuerdo para pagar o recibir sobornos, inflando los precios de las contrataciones públicas perjudicando a los ciudadanos, que al final son los propietarios de ese capital/patrimonio. Ese caso ha significado inclusive la caída de presidentes, en países como Brasil y Perú. Muchos otros altos funcionarios en varios países latinoamericanos han sido acusados o investigados por ese caso en particular, así como muchos empresarios corruptos que se prestaron para apadrinar estas actividades en franco deterioro de la colectividad.


Pero más que la enfermedad de la corrupción, que en algunos países es combatida eficazmente y en otros no, los orígenes de la corrupción. ¿Por qué nace la corrupción y, sobre todo, por qué se propaga? Probablemente nace en la misma naturaleza del ser humano, en sus ímpetus. La codicia, la ambición y la avaricia, que forman parte del coctel de vicios tendencias impetuosas que tiene el individuo para buscar lo que desea. Constituyen antivalores, que forman parte de los pecados capitales y como todas las pasiones, nos mueven a desenfrenos que perjudican a la colectividad. La pasión por el dinero o por el poder permea todo tipo de sentimientos existente. Por eso para cumplir con el dogma hay que abrazar el desprendimiento, la obstinación por acumular dinero, poseer cosas materiales. Es decir, estimular el desapego material, y fomentar la forma de lidiar con las bajas pasiones. 


Si bien no podemos luchar contra la naturaleza humana, sí podemos luchar contra el origen de la corrupción minimizando la discrecionalidad del funcionario público. A ver, si las decisiones que toma un funcionario se limitan a seguir un reglamento claro e inequívoco que no permita interpretaciones, entonces no hay necesidad de sobornos o complicidades con nadie. Allí está el origen de la corrupción. En la discrecionalidad del funcionario público. Ese es el momento de pedir u ofrecer dinero a cambio de algún favor. Aun cuando la corrupción parece ser un fenómeno que se desarrolla actualmente en las sociedades de nuestros días, la realidad es que las prácticas de carácter infecto son un problema inherente al ser humano y a la vida que este desarrolla en sociedad, por ello parece lógico que la corrupción haya estado ligada al hombre desde el surgimiento de las primeras sociedades. 


Por tanto, no debe resultar extraño que, hace unos cinco mil años, el propio Código de Hammurabi ya tipificase conductas corruptas de ciudadanos que ostentaran el cargo de juez. hoy día se encuadrarían en tipos penales cercanos a la prevaricación, el cohecho o el tráfico de influencias. Oh impunidad.


Posteriormente, durante el Antiguo Egipto también se produjeron prácticas consideradas como corruptas, de ahí que hayan aparecido vestigios y normas en los que se alude a la corrupción. Sin embargo, el período de la Antigüedad en el que más medidas de lucha contra la corrupción se tomaron fue en el de la Grecia clásica, ante la aparición constante de algunos escándalos por dicho fenómeno. Además, esta preocupación vino de la mano de las tesis defendidas por Platón y por su discípulo Aristóteles, los cuales le dieron una importancia vital a la educación de los individuos desde su infancia, y a la fijación de instituciones de control de la administración gubernativa y de las funciones desarrolladas por los ciudadanos que ostentaban el poder, reprochando la utilización de su imagen proyectada para lograr objetivos individuales y/o particulares.


No obstante, a partir del surgimiento del dominio de Roma la corrupción se instauró en el sistema social como modo de vida, y aunque hubo algunos emperadores que se caracterizaron por la mesura y la aplicación práctica de una filosofía insensible incluso mediante la promulgación de algunas leyes anticorrupción, esa no fue la tónica dominante. Por ello no debe extrañar que un vasto imperio como el Romano cediera ante las invasiones de tribus menores, toda vez que la corrupción logró degenerar la totalidad de las instituciones romanas.


La base de la democracia no es solo la libertad política, sino la justicia. Para lograr equidad y prosperidad, se requiere paciencia, sacrificio, trabajo y honestidad. Los beneficios no surgen de la nada, hay ganarlos. La democracia se está desprestigiando por la corrupción sistemática, debido a que faltan líderes políticos con conceptos éticos claros dentro de la libertad que ofrece el sistema. De ahí la tremenda desconfianza de la población en los aspirantes a cargos electivos, claro está con ligeras excepciones.  

El aumento del costo de la vida y la pobreza, el desempleo y los problemas económicos y de seguridad ciudadana, más otras dificultades existentes que cada gobierno ha prometido resolver, sin resultados están menguando el espíritu y la moral ciudadana y desprestigiando la función pública. Las personas elegidas para ayudar a gobernar no deben ser los amigos o los contribuyentes financieros, sino quienes tengan experiencia e ideas claras de cómo gobernar y estén mejor capacitados para hacer realidad los cambios que el país necesita. Pero, sobre todo, deben ser de honestidad probada, o los ciudadanos desde el principio desconfiarán de que el país pueda salir adelante. Los grandes retos actuales y por venir solo será posible enfrentarlos con el apoyo del pueblo y no contra él, pero, para ganarse su confianza, hay que actuar en forma transparente.

Fuentes: Diversas

No hay comentarios: