Por: Lic. Julio César Concepción Rodríguez, MBA.,
Mail:jcconcepcion@yahoo.com
En sentido figurado, el término "transparencia" es utilizado para caracterizar una práctica social guiada por la sinceridad y por la perfecta o casi perfecta accesibilidad a toda la información vinculada, y que concierne e interesa a la opinión pública, o a un sector de la misma, o incluso a un solo individuo. O sea, es la preocupación por explicar, por hacer comprender, por reconocer errores o mala praxis.
El
objetivo primario de la transparencia, es el de establecer una relación de
confianza entre quien pide o exige la transparencia y quien la da, y se opone
al concepto de oscuridad.
La transparencia como principio consiste en respetar y
vigilar la publicidad de los actos, resoluciones, procedimientos y documentos
de la Administración, así como la de sus fundamentos, y en facilitar el acceso
de cualquier persona o entidad a esa
información, a través de los medios y procedimientos que al efecto establezca
la ley.
Para
prevenir actos de corrupción debemos destacar que es una responsabilidad y
obligación de cualquier gobierno la de rendirles cuentas a sus ciudadanos de
todos los actos que protagonicen y decisiones que implementen en el ejercicio
de su poder, especialmente en lo concerniente al destino del dinero público,
aquel que se recauda del pago de impuestos, verbigracia para así evitar corrupción.
Como
sabemos, la corrupción es una problemática que ha ido creciendo en casi todos
los gobiernos del mundo. Desde mandatarios, pasando por funcionarios de primera
línea y hasta secretarios suelen aparecer involucrados en casos graves de
corrupción y que en algunos casos hasta trastornando la gobernabilidad del país
en cuestión.
La
falta de efectividad de los organismos de fiscalización que ejercen el control,
porque son cooptados por las autoridades de turno, es una de las razones más
corrientes que contribuyen al avance de la práctica de la corrupción.
Ahora
bien, afortunadamente, los ciudadanos, se están involucrando cada vez más en el
tema y demandan de sus gobernantes más transparencia, por ello es que hay
gestiones que aspiran ha ser renovadas pero la ciudadanía que no ve con buenos
ojos la transparencia que han tenido en su administración terminan
castigándolos retirándoles su voto en las elecciones. Lo que queremos
significar con esto es que esta es la principal y gran herramienta de que dispone
el sistema democrático para combatir este flagelo.
Podemos
destacar que la democratización de las compras públicas ha sido un paso
trascendente, y muy eficaz y oportuna para
seguir promoviendo transparencia. El
escándalo de corrupción que ha estallado en la Oficina de Ingenieros
Supervisores de Obras del Estado (OISOE) y otras denuncias que han salido a la
luz publica, tienen que ver con las insuficiencias de la gestión de los
organismos fiscalizadores en el proceso de pagos y demás, aprovechadas por
inescrupulosos para introducir acciones deshonestas
paralelas al mecanismos preconcebido.
Es importante que el Gobierno ponga en
funcionamiento en toda su extensión el Portal Transaccional, que ha estado
operando de modo experimental, donde los proveedores tienen acceso y pueden
vigilar el proceso, y que la Contraloría General de la República monitoree las
gestiones del trámite para agilizar los pagos. El acceso a los proveedores a
este portal les permitirá incluso, impugnar el proceso si sospechan de
cualquier irregularidad, sin dudas constituye un paso importante hacia el
fomento y fortalecimiento de la transparencia.
Los integrantes del sistema de veeduría deberán
estar atentos para que actúen con firmeza, sin temor y denuncien las acciones
malsanas que detecten en los procesos de compras y contrataciones públicas o
cualquier otra operación financiera estatal, a fin de contribuir con el
fortalecimiento de la transparencia.
La
transparencia mejora la calidad de vida del ser humano. Cuando una persona
tiene acceso a la información pública, ésta puede aprovechar dicha información
en favor de su propio desarrollo. La transparencia es el derecho a la
información pública en acción, reconocido en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos emitida en 1948 por la Organización de las Naciones Unidas,
además de que es un derecho Constitucional, se convierte en un verdadero
beneficio social cuando los gobiernos transparentan sus acciones ante los ojos
de toda la sociedad.
Este
derecho es de tal importancia por permitir que la información deje de ser el
privilegio de algunos para convertirse en un bien colectivo, aprovechable por
cualquiera. La instrumentación de este derecho también genera una mayor
interlocución entre la ciudadanía y el gobierno, misma que impacta de manera
muy positiva en la gobernabilidad democrática de las comunidades.
La
transparencia genera confianza. Al transparentar la gestión pública, la
ciudadanía tiene la posibilidad de conocer la manera en que los impuestos que
paga se convierten en bienes y servicios ofrecidos para mejorar su situación
personal y comunitaria, así como de contribuir a la eliminación de viejos
vicios con su supervisión. Ante estas posibilidades, el ciudadano tiene mayores
elementos para confiar en su gobierno y en sus líderes políticos. La
transparencia elimina oportunidades de corrupción.
Con
la transparencia como práctica gubernamental se reducen sustancialmente las
condiciones que propician las conductas ilícitas en la gestión pública ya que
con la mera posibilidad de que cualquier persona atestigüe las acciones de su
gobierno se genera mayor honestidad y rectitud en el comportamiento de las
personas involucradas en su operación. Esta reducción de las oportunidades de
corrupción también permite aprovechar todos los recursos que pudieren perderse
por estas prácticas, en beneficio de la colectividad.
La
transparencia contribuye a la mejora administrativa. El ventilar la
administración pública ante el escrutinio social brinda la oportunidad de que
se identifiquen áreas de mejora de la gestión gubernamental no antes vistas por
los servidores públicos involucrados. Asimismo, el abrir las ventanas de la
administración y el exponer sus acciones a los ojos de todos suele generar una
dinámica de autocontrol y mejora continua a la administración, lo cual, a su
vez, contribuye, a un aprovechamiento más eficiente de los recursos públicos.
La rendición de cuentas y la
transparencia son dos componentes esenciales en los que se fundamenta un
gobierno democrático. La transparencia abre la información al escrutinio
público para que aquellos interesados puedan revisarla, analizarla y, en su
caso, utilizarla como mecanismo para sancionar.
Debe transparentarse para mostrar su funcionamiento y someterse a la
evaluación de los ciudadanos.
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