El Gobierno dominicano y organismos internacionales refuerzan las estrategias para erradicar el hambre al año 2030. Lo hacen durante la Primera Consulta Participativa del proceso de revisión y definición de la Hoja de Ruta.
Se reunieron en consulta la Vicepresidencia de la República y el Programa Mundial de Alimentos (PMA). También, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Altagracia Suriel, directora de Progresando con Solidaridad (Prosoli), representó a la vicepresidenta Margarita Cedeño. Participaron los responsables en el país del PMA y la FAO, William Vigil y Carmelo Gallardo, respectivamente.
Además, instancias del Estado, sector privado y académico. Asimismo, miembros de la sociedad civil y otros organismos internacionales comprometidos con la iniciativa.
República Dominicana reduce el hambre en 15%
Suriel destacó el avance del país en materia de seguridad alimentaria. República Dominicana disminuyó el hambre en más de un 15 por ciento. Esto, gracias a la intervención del Gobierno a través de Prosoli.
A nivel nacional, el Gobierno contribuye con la alimentación directa de más de 800 mil hogares, con este programa.
El país redujo a 5% la desnutrición crónica
Altagracia Suriel resaltó la reducción a un cinco por ciento de la desnutrición crónica. Esto fue posible mediante los programas de micronutrientes que ejecuta Prosoli junto al PMA.
La iniciativa llega a más de 59 mil mujeres embarazadas y niños de cero a 59 meses.
Suriel dijo que la consulta sirve para establecer las prioridades del Gobierno en materia de erradicación del hambre.
“Es un apoyo para establecer las prioridades del Gobierno. De sus socios, donantes, agencias de las Naciones Unidas, ONGs y otros”, manifestó la directora de Prosoli.
De igual forma, “generar un consenso sobre las acciones a priorizar y brechas a abordar para lograr el ODS 2 y sus metas”.
Prioridad para RD
De su lado, el representante del PMA en el país, William Vigil, aseguró que República Dominicana ha tomado la seguridad alimentaria como una prioridad.
Precisó que esto se evidencia en compromisos como la iniciativa Cero Hambre y la Alianza contra la Pobreza. Asimismo, en la Estrategia Nacional de Desarrollo y los planes plurianuales del sector público. Igualmente en la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria aprobada recientemente.
“Entre 1990 y 2015 la República Dominicana mostró avances superiores al promedio del mundo, América Latina y el Caribe en la erradicación del hambre y la malnutrición: el país redujo a la mitad la prevalencia de la subalimentación”, enfatizó Vigil.
Sí se puede
En tanto, Pavel Isa Contreras, coordinador del grupo de investigación de la estrategia, aseguró que la erradicación de la desnutrición crónica es posible en el país. Presentó el borrador de diagnóstico de la situación en relación al ODS 2 y sus metas “Análisis de Seguridad Alimentaria y Nutrición”.
“La desnutrición crónica a nivel nacional, urbana y rural, ha tenido un declive muy fuerte y una convergencia. Ya no tenemos las distancias urbano-rurales que teníamos antes. Del 1986 a 1991 la rural era mucho más alta que la urbana. Pero a medida que se reduce la rural, se disminuye también la desnutrición crónica infantil a nivel urbana, llegando ahora a un cinco por ciento”, agregó.
Un primer paso
Las conclusiones arrojadas en la reunión permitirán al Gobierno contar con un borrador del diagnóstico de situación del país respecto al ODS 2. Con este se busca erradicar el hambre, con una identificación de la oferta programática nacional al respecto.
Será el primer paso para, posteriormente, identificar las brechas y esfuerzos adicionales necesarios para avanzar colectivamente hacia el cumplimiento de las metas del ODS 2 y definir de forma participativa una Hoja de Ruta.
ODS de la Agenda 2030
La iniciativa propuesta va acorde con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Además, establece un nuevo marco para poner fin a la pobreza y al hambre. Esto, asegurando el establecimiento y la gestión sostenible de los recursos naturales.
Las consultas participativas dan respuesta al espíritu analítico representativo que define a este proceso. Este demanda el involucramiento y compromiso ampliado de las instituciones gubernamentales. También de la sociedad civil, academias y sector privado. Todos, con el interés de enriquecer el análisis realizado hasta ahora sobre el contexto nacional de la seguridad alimentaria y nutricional, de acuerdo con las metas del ODS 2.
Asimismo, aborda los instrumentos legales, políticos y programáticos que el país dispone en este sentido. Del mismo modo, la identificación consensuada de brechas y oportunidades que enmarcan esta revisión estratégica.
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