HATO MAYOR DEL REY .- El enfrentamiento verbal y judicial entre el diputado Santiago Vilorio y el periodista Manuel Antonio Vega llegó a su fin este domingo con la mediación del Colegio Dominicano Periodistas (CDP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y el párroco de la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, el puertoplateño, Julio Pascual Vargas.
El comunicador y el legislador “fumaron la pipa de la paz”, después de más de cuatro horas de agrios debates frente a los mediadores se dieron la mano.
La enemistad entre Vilorio, un bochista a ultranza y Vega un comunicador que no da a torcer sus principios, viene desde 1996, cuando el hoy legislador, era procurador Fiscal del Distrito Judicial de aquí.
La situación estaba color de hormiga y muchos temían que en cualquier momento la sangre llegara al río, así que, Mercedes Castillo, y Olivo de León se metieron al medio para evitar una desgracia.
En su impase, Vega y los ejecutivos del canal de televisión y la radio local, donde realiza sus programas “Atacando” fueron sometido
Las iniciativas legales del legislador fueron desestimadas y Vilorio procedió a someter a Vega por “difamación e injuria”.
En primera instancia los tribunales fallaron a favor del director de “Atacando”, en televisión, radio, impreso y ahora también digital.
El legislador apeló la sentencia, mientras seguía como abogado del joven Luis Mota quien también “sometió” a Vega por “difamación e injuria”.El sábado dos de agosto, periodistas locales, de San Pedro de Macorís, Higüey, El Seybo, La Romana, Boca Chica, Santo Domingo y San Cristóbal marcharon por calles y avenidas de esta ciudad distante a 110 kilómetros de Santo Domingo, reclamando garantía para el ejercicio profesional de Vega.La marcha de los comunicadores hizo sudar la gota gorda al diputado, quien al final aceptó un encuentro en sus oficinas de abogados con los directivos del CDP y el SNTP.
En aquella oficina forrada de libros de leyes, cuentos, políticas, con la foto familiar al centro y el rostro del profesor Juan Bosch vigilando sus acciones desde distintos ángulos, Vilorio recibió a los comisionados, pero condicionó que no se le hicieran fotografías.
El debate se inició por las nubes, pero Castillo demostró que es buena conciliadora y al final, logró que el legislador accediera a un encuentro con la mediación de los gremios y la iglesia católica.
Concluido el encuentro, los directivos del CDP y el SNTP se dirigieron a la residencia de Vega quien aceptó la mediación sin dilación.
Toda la semana fueron de contactos telefónicos entre Vilorio, Castillo y el padre Pascual Vargas y Vega, quien terminó con una tortícolis, después de tres reuniones con el legislador que no quería ceder.Vilorio puso como condición cuatro puntos que el cura presentó a la hora acordada a Vega, Castillo y Olivo.
Algunos eran inaceptables, pero se le buscó “el bajadero” como planteó en principio la presidenta del CDP.El legislador se presentó una hora y 22 minutos más tarde -
“No quiero fotografías”, gritó Vilorio a VIGILANTE INFORMATIVO, y agregó, “si quiere vaya a la Cámara y allá me hace todas las que quiera”.
En seguido se dirigió al comedor de la parroquia, dónde el cura y los dirigentes gremiales les esperaban desde las 11:00 de la mañana en círculo.
La temperatura estaba sobre los 32 grados bajo la sombra y los ánimos caldeados.
Por iniciativa de Vilorio, quien al parecer les teme a las cámaras más que el diablo a la cruz, hicieron salir a los reporteros gráficos, porque amenazó con retirarse.
Se encerraron en viejas historias que dejaban heridas, en cuentas que no son de nadie, mientras Mercedes y Olivo buscando salida a un tranque que al parecer no estaba a la vista.
La paciencia del cura, la habilidad de Castillo y la paciencia de Olivo hicieron bajar los sumos al diputado Vilorio, quien pidió un momento sólo con el cura para “confesarle” no se sabe qué cosa.
Siete minutos después pidieron a Castillo y Olivo que retornaran a la mesa de discusión, y un poco más tarde llamaron a los espectadores que esperaban bajo las frondosas caobas que bordean el templo, entre ella Maribel Rodríguez, la esposa de Vega.
Al final, el cura Pascual Vargas, saludo el acuerdo y destacó la importancia de que el legislador y el comunicador limaran las diferencias por la tranquilidad de sus familiares y de la comunidad.
Vilorio se acogió a las palabras del cura y ratificó su decisión de retirar los procesos legales contra Vega.
En tanto que el comunicador reconoció la receptividad del diputado, la mediación del cura, de los gremios y dijo que el retiro de los procesos permitirá ejercer su profesión con mayor tranquilidad y evitar desasosiego a su familia y a toda la comunidad por la que deben trabajar ambos.
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