Por Jorge de León
Se ha tenido por costumbre entender que las campañas políticas tienen éxito por las grandes sumas de dinero; elemento importantísimo para un triunfo electoral; pero, si al mismo no se le adhieren más de seis componentes se gastan fortunas y no se llega al cargo postulado.
Recientemente en la política dominica observamos el triunfo a nivel nacional de un partido de oposición; quien venció en términos contundentes al partido de gobierno; venció un poderío económico partidario, gubernamental, personal del candidato y de actores políticos involucrados con fortunas incalculables; evidentemente, se puso en manifiesto un elemento de los que determinan las victorias en estas contiendas: la voluntad del pueblo para cambiar el ritmo del país; asqueados por el gobierno de turno. Es decir, no ganó el dinero; por el contrario, ganó la voluntad del pueblo.
La gran inversión a la hora de encaminarse a ganar unas elecciones van de la mano de una serie estrategias y ejecutorias para lograr el resultado, cito: (1) Simpatía y Colocación del Candidato; (2) Estrategias electorales, de comunicación(que incluyen publicidad y redes) y de contingencia; (3) Operatividad de impacto; (4) Bloqueo y neutralización de individuos y elementos que causan efectos en contra de la candidatura; (5) Integración de innumerables sectores que generen votos; y, (6) Creación de una figura totalmente invencible a los ojos del electorado.
Existen siempre los opinadores, con poca preparación, sin argumentos políticos y desapegados de las técnicas politólogas, que, en aras de dar sazón al fanatismo, complacer peticiones inducidas y de mantenerse vigentes en la opinión pública emiten juicios de valores acerca de los triunfos electorales, totalmente distantes de las realidades, los mecanismos, el modus operandi, y, la mayor inversión, que es conseguir un individuo con la capacidad de combinar los recursos con las estrategias, para así salir ganancioso.
Está evidenciado, en la política local de nuestra provincia, en el espectro nacional y en países de la región, que ya los recursos no lo son todo, que sin estrategias no hay triunfos y más aún sin asesoría adecuada, enfocada y determinada no hay gobiernos, senadurías, diputaciones, ni alcaldías. No es sólo el dinero, es mucho más que eso.
El autor del artículo es un joven dedicado a las estrategias políticas, el marketing político y la dirección de campañas; recientemente asesoró y dirigió con éxito la campaña de la actual diputada por San Pedro de Macorís, la ingeniera Fior Daliza Peguero (Hillary); fue también asesor del actual regidor por el municipio de San Pedro de Macorís, Luis Manuel Almonte (Residente Boutique) y ha sido parte de equipos de campañas de otras figuras; el mismo ha participados en innumerables cursos de formación política, marketing general y político, entre otros.
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